sábado, 12 de noviembre de 2011

Tema 9.Técnicas de motivación: procesos de trabajo y grupos de dificultad
Capítulo V: "El Arte en los niños"
En este capítulo se habla del arte en los niños y su evolución, el niño se expresa desde el nacimiento, pudiendo distinguir entre expresión dirigida hacia un fin y la expresión no dirigida.
El juego es una forma de expresión que se aplica a todas las actividades espontaneas que nada tienen que ver con las lecciones o necesidades fisiológicas, como defendieron, Froebel, Spencer, entre otros. Para que una actividad sea espontánea, los niños deben actuar por propia y libre voluntad, Montessori, nos aporta una serie de ideas para que esto sea posible: el dibujo no puede o no debe enseñarse, debe desarrollarse primero en el niño una vida interior.
En el libro se habla de las etapas del desarrollo de los dibujos infantiles establecidas por Cyril entre las cuales se hallan: Garabato (2-5 años), Línea (4 años), entre otras.
Línea(4 años)
 Es importante el esquema (schema) que un niño tiene sobre el dibujo, que primero empiezan a dibujar intencionalmente y posteriormente intentan dar coherencia a los gráficos que realizan, aunque el autor del libro destaque que esto no es siempre así. Pero hay que tener en cuenta que antes  de desarrollar el esquema asigna un nombre a su garabato. Y destacar la imaginación cinestésica como una actividad espontánea de los músculos, expresión de un  ritmo corporal innato que nunca termina.
En la evolución grafica de un niño hay que hablar de los signos y símbolos, que no son imitativos y solo llegan a ser medios de comunicación y por el acuerdo entre dos o más personas (como la palabra “árbol”), que pueden ser arbitrarios pero a pesar de ello constituir un lenguaje social de índole rudimentaria y que el niño realiza unos primeros dibujos que parecen abstractos y que posteriormente se convierten en símbolos o esquemas reconocibles, objetos   dotados de asociaciones imaginarias.
En la relación del esquema con la imagen, en la mente del niño se establecen tres hipótesis: 1º(Los dibujos del niño representan esfuerzos por lograr la imitación exacta de imágenes), 2º (El niño se satisface entre el signo o símbolo que hace, es incapaz de traducir sus imágenes a representaciones gráficas) y 3º (El dibujo como algo para escapar de la realidad).
Las investigaciones de Münz y Löwenfeld realizadas con niños ciegos establecieron que la actividad gráfica del niño es un medio especializado de comunicación dotado de sus propias características y leyes.
El autor realiza una clasificación de los dibujos infantiles, dividiéndolos en doce categorías que luego reducirá a ocho: orgánica, empática, patrón rítmico, forma estructural, enumerativa, háptica, decorativa, imaginativa. Y lleva a cabo una relación de las categorías con los tipos funcionales y los tipos perceptuales.
Hasta ahora el autor nos había hablado de modos de expresión a través del dibujo, pero también nos introduce otros modos de expresión no visuales como puede ser el juego, el cual según Löwenfeld ejerce para el niño la función que el arte toma en la vida adulta y que es la expresión externalizada de su vida emocional. Además de las invenciones verbales y la música como otros modos de expresión importantes.
Para finalizar este capítulo, el autor nos habla acerca de la finalidad de la expresión como un medio de comunicación y un afán del niño por comunicarse a través de ella.






No hay comentarios:

Publicar un comentario