domingo, 9 de octubre de 2011

TEMA 2- EL VALOR DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA FORMACIÓN INFANTIL.

Este libro quiere hacernos ver la importancia  de los sentidos en el desarrollo de un niño, ya que estos constituyen los canales por los que se recibe toda la información.
Las sensaciones se pueden clasificar de de dos formas: la modalidad, que incluye las sensaciones interoceptivas (llegan del medio interno del organismo), propioceptivas (aportan información sobre la situación del cuerpo en el espacio)  y exteroceptivas (nos aportan información del mundo exterior), y el nivel o principio de estructuración o complejidad,  que divide las sensaciones en sensaciones protopáticas (primitivas) y epicríticas (complejas).
La manera en la que el niño organiza la información ha sido objeto de discusión durante mucho tiempo. Por eso aquí se nos muestran dos corrientes, la primera es la perspectiva ambientalista, en la que se defiende que la percepción es adquirida,  y la segunda es la perspectiva maduracionista, formulada por los psicólogos de la Gestalt, que defienden que la percepción se estructura de manera global a través de una serie de leyes, entre las que se encuentran la Ley de la buena forma o pregnancia, Ley de la proximidad, Ley de semejanza, Ley Cierre, Ley figura-fondo, entre otras.
El libro, demuestra  que una estimulación del desarrollo perceptivo es capaz de conseguir que las cortezas cerebrales de los sujetos expuestos sean un tercio más gruesas y con muchas más conexiones sinápticas que los que no han estado expuestos. Sin embargo la interpretación que hacemos de los estímulos del entorno es tan rápida y automática que no somos conscientes de los mecanismos utilizados.
Existen tres factores que influyen en el desarrollo perceptivo, que son, el estímulo o situación ambiental, los recursos físicos del sujeto y las condiciones psicológicas del sujeto. Esto nos muestra que cualquier bebé está dispuesto para percibir cualquier sonido, pero a medida que vaya teniendo experiencias su capacidad para percibir se irá especializando a lo largo del desarrollo.
La utilización de los sentidos va  a influir directamente sobre los procesos cognitivos, esto quiere decir que la educación sensorial consistirá en aprovechar también estas posibilidades para que el niño experimente, trabaje y ejercite, de forma general cada uno de sus sentidos. Esto se podrá llevar a cabo a través de dos vías, la primera, a través de actividades sensoriales, y la otra, la observación de situaciones o acontecimientos de la vida diaria.
Como todos sabemos, son cinco los sentidos a través de los cuales recogemos la información de la percepción sensorial, pero ¿sabemos que es lo que percibimos a través de ellos?
A través de la percepción visual observamos la coherencia y el espacio. Con la percepción auditiva recibimos los sonidos, y gracias a ella adquirimos el lenguaje. La percepción táctil nos hace posible llegar al mundo de lo tangible, a través de esta percepción se nos muestra la realidad. Y la percepción olfativa y gustativa se denominan sentidos químicos y tienen una función de defensa.
Por ello se dice que “el desarrollo sensorial es la base de una vida adaptada e inteligente.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario