Las primeras publicaciones sobre el dibujo infantil comenzaron a aparecer a finales del siglo XIX, y las investigaciones en torno a este campo se prolongaron a lo largo del siglo XX. En Centroeuropa se comenzaron a crear asociaciones encaminadas a la formación estética de los niños, se organizaron exposiciones, se publicaron manuales de formación artística, revistas… con lo que el movimiento en torno al arte infantil se extendió pronto a los demás países europeos y EE.UU.
Fue en Italia donde apareció la que puede ser considerada como la pionera entre ellas, l’art dei bambini, de Corrado Ricci. Su mérito consistió en haber reconocido qu el dibujo infantil posee un encanto especial y que se encuentra muy próximo a la expresión artística, afirmaba que el niño representa lo que sabe y recuerda. Gracias a él y a otros educadores y pedagogos se registrará un gran avance en ésta época en la investigación sobre el dibujo infantil.
Los comienzos del siglo XX suponen una continuación más acentuada de las investigaciones y estudios sobre el arte infantil. Autores como E.Barnes, E.Cooke y G.Kerchebsteiner profundizan en este campo en toda Europa y EE.UU. En estos años, las primeras vanguardias vuelven sus miradas al arte infantil y primitivo como una nueva forma de expresión artística, más humana y auténtica.
La defensa del arte infantil como modelo estético fue asumida por los artistas que admiraban y envidiaban los aspectos que se habían considerado negativos en el dibujo infantil: la espontaneidad, la emotividad, la soltura de trazo una visión del mundo sin ataduras estéticas previas. Tal y como afirmaba Derain en las obras infantiles está la verdad.
La aproximación al mundo infantil se produjo también desde diversos ámbitos, tales como el educativo y el artístico que hicieron lo posible por promover e impulsar el interés por el dibujo infantil. En el ámbito artístico cabe mencionar la edición de revistas infantiles y de libros ilustrados que posibilitaron el conocimiento de la obra de artistas extranjeros interesados por la estética infantil.
Lowenfeld en su obra más representativa hace una defensa de la libertad del niño para crear sin interferencias del adulto. Para él lo más importante en la educación artística del niño es el propio proceso creador al que estará subordinado el producto final, pues lo que hay que destacar fundamentalmente es el proceso del niño, su pensamiento, sus sentimientos, sus percepciones, en definitiva sus reacciones frente al medio.
Desde las teorías cognitivas algunos autores hablan de tres periodos diferenciados en lo que se refiere el enfoque acerca de las teorías sobre el dibujo infantil:
· Primer periodo. Las representaciones gráficas infantiles son consideradas como producto de las ideas de los niños sobre objetos.
· Segundo periodo. Considera a la experiencia perceptiva como fuente primordial de los contenidos de las obras.
· Tercer periodo. Los dibujos son estudiados más allá de su ejecución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario